Por falta de garantías, luego que miembros de la barra Pasión Vallenata invadieran el terreno de juego del estadio de Valledupar, el juez central Deickis Asprilla decidió suspender el partido a los 23 minutos del segundo tiempo.
El compromiso inició con un Valledupar lanzado al ataque y muy temprano al minuto 4 abrió el marcador a través de Misael Martínez, quien le ganó la pelota al defensa Carabalí y a la salida del arquero la englobó para celebrar la apertura del marcador.
La segunda anotación llegó al minuto 24, tras dos remates de Yoiner Valencia que se estrellaron en el vertical derecho y finalmente el balón le quedó a Misael Martínez, que de pierna derecha la mandó al fondo de la red.
Todo estaba a favor del Valledupar en esa tarde cubierta de nubes, pues al final del primer tiempo, el central decretó una pena máxima, por mano del defensor David Ramírez en el área vallenata, penalti que fue atajado por el arquero Kevin Cataño, quien debutaba en el fútbol de la B, el cobro estuvo a cargo de Bryan Carabalí; así terminó la primera parte.
Para el segundo tiempo las cosas cambiaron para el equipo Vallenato, entraron dormidos y en solo 5 minutos ya Leones empataba el partido en dos jugadas calcadas de pelota quieta; el descuento de golpe de cabeza lo anotó Luis Fuentes y el empate parcial Bryan Carabalí.
Después de verse igualados en el marcador, Valledupar buscó nuevamente el pórtico contrario defendido por Juan Ramírez y al minuto 14 es fauleado en el área de Leones el defensor central del Valledupar, Kevin Rivas y es el juez de línea número 2 el que le advierte al juez central sobre la falta y se decreta la pena máxima, que ejecuta Misael Martínez y anota el tercero para su equipo y su cuenta personal.
Empate de Leones y desmanes.
Con el marcador en contra, Leones nuevamente subió sus líneas y con los recién ingresados al partido, Camilo Monroy y Daniel Giraldo tejieron una jugada por el sector izquierdo logrando centrar la pelota y como centro delantero apareció Wilmar Aragón, quien de pierna derecha la puso en el fondo de la red del pórtico defendiendo por Kevin Cataño. Un buen gol, pero una mala celebración, pues el jugador de Leones se dirigió al sector de la tribuna de occidente donde se encontraban los llamados Solo Valle o Pasión Vallenata y les celebró el gol, situación que provocó la ira de estos jóvenes que siempre esperan un pretexto para armar el desorden y ese fue el detonante para que uno de ellos saltara al terreno de juego, pero fue controlado por los agentes de policía que vigilaban ese sector; el partido se detuvo esperando que la barra se calmara, sin embargo la situación se fue saliendo de control, hasta que finalmente más de 20 miembros de esa barra invadieron el terreno de juego, situación que obligó a los dos equipos y a los jueces a buscar refugio en los camerinos, quedando el partido suspendido.
Ahora se espera la sanción por cuenta del tribunal de penas, hay que decir que se debe revisar la conducta del jugador Aragón, porque atendiendo al reglamento también debe ser sancionado. En estos casos el equipo local por no garantizar la seguridad pierde el partido.